COLOR
viernes, 1 de marzo de 2013
En la soledad del segundo que te queda, cuando miras el reloj y se para el segundero, pocos piensan en cambiar la pila. Tú, sin embargo, recordarás el momento. Si ellos nos lo dieron todo y nos lo siguen dando, ¿por qué no se la cambiamos?. Sobra la pregunta, me pongo manos a la obra, no necesito nuevo instrumento, sé tocar la guitarra. Llaman al portal.¿Quién es?. Propaganda, ¿me puede abrir?.Rum,rum,rum, gracias. Abro el cajón y descubro la sota de espadas que perdimos en la partida que ganamos aquella nochebuena. Suena el teléfono, miro el número, es mi hermano. Dime Juan. Buenas Señor, el viernes cena de la hermandad. Sin problema, ¡ah, por cierto! he encontrado la carta que faltaba. Nunca lo dudé, siempre consigues lo que te propones. Rinnng, rinnng, te dejo me llaman al timbre. Adios. ¿Quién es?. Propaganda. Abro la puerta. Buenas Señor. Hola, me dice. Somos la mayor compañía europea en suministro de aire drenado por partículas acuáticas encontradas en el mar muerto. Me alegro. Si usted nos contrata, los primeros tres meses no pagará nada, respirará aire puro y le regalaremos un reloj digital, capaz de informarle de donde está, de su estado de salud, del tiempo que hace y del que hará, ¿qué le parece?. Pues que voy aprovechar el ascensor. Cierro la puerta, marco la letra B y le digo, voy a donde mi amigo Angel, ¿pero?, sí, voy a comprar una pila, ¿para?, se me acaba de parar el reloj.Nosotros se lo regalamos. Cierro los ojos y recuerdo el momento, era mi primera comunión. Yo ya tengo reloj, sólo necesito una pila.
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