COLOR
miércoles, 6 de marzo de 2013
No claudiquéis, aquí nos tenéis. Por difícil que sea el futuro, la esperanza os ayudará. No estáis solos. Levantar la cabeza y mirar lo grandioso que es el universo y lo pequeño que es el mundo en que vivimos. Luchar, el destino no está escrito, sino es hoy, será mañana. Apretar los dientes, no será fácil, pero vamos en grupo. Sonreír, aunque no tengáis ganas, hablar aunque no sepáis el idioma, abrazar aunque no seáis familia. Lo primero que te digo es cuéntamelo todo, no tengas prisa, la vida no se para porque desenchufes el cable conectado al mechero del coche que da energía al último móvil que te vendieron para estar siempre conectado. El problema no es de batería, ni siquiera de tecnología, el problema es de velocidad cuantitativa capaz de ser asimilativa. Lo segundo que te digo es, sigue, no pares de hablar, expúlsalo todo, el aire lo absorberá. Me imagino que sigues intranquilo, pero tus palabras reconocerás. Seguido, salta, brinca, grita, incluso si quieres da patadas al aire, seguro que no se molestará. Ahora puede que vuelva el vacío, entonces abraza, llora, gime, canta, pero en un pis pas tus labios sonreirán, no lo dejes escapar, pinta en tus espejos grandes curvas de color que reflejen como nadie la sonrisa del pastor. Respira, siente como el aire que no ves, impulsa como nadie el mundo en el que crees. Vuelve a la vida, pero antes de encender el celular, mira alrededor, los problemas siguen nos dirás, pero si sigues mirando observarás, que tus problemas solo tuyos no serán. Tus ideas deberás cambiar, el consumismo no es tu felicidad. Amigos deberás buscar y el recogimiento nunca deberás dejar. Cada vez que vuelva el vacío, grita, alguien te escuchará. No será mañana, pero será.
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